Ver en todo a Dios

Ver en todo a Dios es tener un corazón donde nadie se queda afuera y para
todos hay un sitio.
Al final de los tiempos, nosotros le preguntaremos a Dios: ¿cuándo
te vimos? Y Él nos preguntará a nosotros: ¿y cómo es que no me viste? Cuanto haces
a tus prójimos lo haces a mí, porque yo soy ellos y ellos son la Iglesia.
Lo que ha oído... oído
Dios es Palabra, Francisco Palau es escucha, es oidor, oyente de la Palabra.
Como María se sienta a los pies del maestro, y escucha atentamente su palabra, la
medita y la pone en práctica. Oí una palabra, y esta palabra procedía de los labios de
la Madre de Dios, y la palabra era: “Hasta ahora no me has conocido, porque yo no
me he revelado a ti; en adelante me conocerás y me amarás. Yo guardé esta
palabra8. Escucha en la intimidad del alma, escucha en la naturaleza, escucha en el
dolor del otro, escucha en la confidencia, en el más profundo silencio retirado en el
Montsant, Els Cubells, El Vedrá, etc.
Porque tenía unos oídos sensibles, atentos y abiertos, pudo percibir el susurro
de Dios en la noche, y pudo convertirse en confidente de la voz de Dios y del clamor
de los hombres. Oídos que se han dejado sanar en las manos de Jesús, abriendo paso
a la comunicación entre el exterior y el alma. Es entonces cuando la escucha se
convierte en estremecimiento. El alma se le conmueve y su vida cambia.